Falta liderazgo en el Gobierno
A casi un mes de haber tomado protesta como gobernador de Zacatecas, David Monreal Ávila no termina de decidir como conformar su equipo de trabajo y ello está generando mucha incertidumbre y una mala señal del Gobierno a los zacatecanos. Y es que el liderazgo es la capacidad que tiene una persona de influir, motivar, organizar y llevar a cabo acciones para lograr sus fines y objetivos que involucren a personas y grupos en una marco de valores.
El liderazgo es un potencial y se puede desarrollar de diferentes formas y en situaciones muy diferentes unas de otras. Una buena administración es hacer a través de otras personas y aquí no termina de conformar un equipo de trabajo que ya debería de estar atendiendo y poniendo solución a la problemática heredada, a reorganizar y a poner orden.
En cambio, vemos a un Mandatario que trato de imponer un ritmo de trabajo con el programa de reencarpetamiento, pero no puede avanzar, porque son muchos los problemas heredados y parece que busco capitalizarlos para jalar recursos de la federación y no lo consiguió.
Hay coraje, repudio, pero sobre todo, desesperación, en al menos 11 mil maestros y administrativos de educación que no recibieron su primer quincena de septiembre, así como a los trabajadores, jubilados y pensionados del ISSSTEZAC que tampoco lo han hecho. Ante la falta de responsables en el área, tuvo que ser él quien encabece las gestiones a nivel federal y como no hay titulares en la Secretaría de Gobierno, en la de Educación y en muchas otras, los problemas están estancados.
A penas en estos días se regularizaron las dos quincenas de los trabajadores de la educación estatales, pero no así los del ISSSTEZAC, por lo que la lucha continúa por parte del magisterio y más, porque desde un inicio ha insistido David Monreal que a donde deben canalizar las protestas es en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y en la Secretaría de Educación Pública, no al gobierno de Zacatecas. Parece que no le han aclarado al mandatario que los trabajadores están contratados por el Gobierno del Estado de Zacatecas y no por éstas entidades federales. Es claro que allá está el dinero, pero, también lo es que hasta el día de hoy la relación laboral es con el gobierno estatal.
Ha sido tan hermética el arranque de esta administración, que bien a bien, no se sabe cuáles hayan sido las causar de las pausas en la designación de los funcionarios, hay muchas pugnas entre sus colaboradores más cercanos o es la indecisión. Lo más lamentable son los mensajes o señales que se dan, como el hecho de dar cabida a la corrupción, con el nombramiento de la única funcionaria que fue inhabilitada de ejercer un cargo público por diez años al habérsele encontrado indicios de malos manejos en la administración de Ricardo Monreal, nos referimos a Julia Arcelia Olguín Serna, quien fue nombrada subsecretaria de Concertación Política y Atención Ciudadana. La sociedad zacatecana está molesta y con esos “funcionarios”, más.
Hartos de la inseguridad
Los zacatecanos anhelamos volver a la tranquilidad, no nos acostumbramos y no debemos de hacerlo, por lo que todos los días levantamos la voz para que desde el gobierno municipal, estatal y sobre todo, el federal se haga algo sobre este flagelo que ha cobrado la vida de miles de zacatecanos y la tranquilidad de toda la sociedad, porque no hay ciudadano que no haya sido víctima de estos “malosos” o que tenga un familiar afectado.
El problema ya es de todos los días y en todas las poblaciones, ya no sólo es Fresnillo, ha escalado a toda la entidad.
Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal nos dio una luz al final del túnel, en su reciente visita a la entidad, reconoció que el problema no es local, sino que responde a la ubicación geográfica de la entidad. Aseguró que aún falta fortalecer la inteligencia y la coordinación a nivel local, pero se comprometió a que en poco tiempo se verán los resultados.
Lo peor de todo, es que no hay día en que no sucedan hechos violentos, sino que ya no es sólo entre los carteles rivales, algunos familiares de las víctimas de Zacatecas y Guadalupe, nos han hecho llegar comentarios en el sentido de que fueron víctimas de extorsiones, “se está cobrando piso” y cuando deciden denunciar y no pagar, suceden los hechos de sangre. Tal parece que las autoridades están coludidas con los “malosos”, nos comentan.
Lo cierto, es que el cambio que se ha visto en materia de seguridad es cada vez peor y ya hay alarma entre los zacatecanos, porque no sabemos cuándo, ni donde transitar tranquilamente.
