ADIÓS a Mineros, la decisión es del Pachuca
La posibilidad de que el equipo de la división de Ascenso MX, Mineros de Zacatecas y el grupo Pachuca abandonen la entidad por falta de apoyo del Gobierno del Estado, ha generado muchas reacciones a favor y en contra. Han sido los diputados los que dejaron sin techo financiero la partida de apoyo al equipo que para este año se presupuestó en 30 millones de pesos.
La mayoría de los ciudadanos opinan que es una erogación para una entidad con muchas carencias presupuestales, que es preferible mejor destinar esos recursos a promociones deportivas amateur, dar mantenimiento a las instalaciones y la creación de nuevos centros deportivos en la entidad.
Otros estamos a favor de mantener la franquicia del Grupo Pachuca, porque no sólo tenemos un equipo competitivo, sino que además, costo mucho traerlo a la entidad, se ha invertido mucho y se tendrá que seguir invirtiendo, como en el pasado se hizo con la Ola Naranja, con la Real Sociedad de Zacatecas, con Argenta, con las Águilas Reales, con la UAZ y cuantos equipos profesionales se quieran traer a la entidad.
Y es que el principal problema que tenemos no es de falta de afición, sino de liquidez, somos una entidad pobre donde son pocos los que se pueden dar el lujo de asistir al estadio y llevar a sus hijos a disfrutar y hacer afición por un equipo que si bien nunca ascenderá al primer circuito nacional, si nos ofrece la posibilidad de ver a los grandes equipos y sus estrellas en los torneos de Copa, tan es así que han venido los grandes: América y Chivas. La gente convivió de cerca con uno de los más grandes de todos los tiempos, Diego Armando “El Pelusa” Maradona.
El propio gobernador Alejandro Tello Cristerna sabe el esfuerzo económico que representa tener un equipo del nivel de Mineros en la entidad, sabe de las limitaciones económicas que tiene el Estado para poder sostener esta inversión, pero también sabe –porque disfruta del deporte-, que son inversiones que ayudan en la formación de la niñez zacatecana y que difícilmente, es más, sería casi imposible volver a pactar un acuerdo de esta magnitud para que el fútbol profesional regrese a la entidad. Por lo mismo es que sigue en negociaciones con el Grupo Pachuca, está haciendo el mayor de los esfuerzos para mantenerlo aquí, la decisión será entonces de los señores Martínez.
Hay que recordar que el Grupo se había hecho de la franquicia del Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, que allá iban a verlo en una buena entrada cien o doscientas gentes, aquí el promedio es del orden de los cuatro mil espectadores, es el segundo club en la liga Ascenso Mx con mayor público, por lo que podemos decir que hay afición, quizás no en la medida que se quisiera, pero es de las mejores del país.
Lo que nos falta para poder ser competitivos y que el gobierno invierta menos en este tipo equipos profesionales, es que la iniciativa privada apoye con patrocinios. Lo lamentable es que estamos privados de iniciativa, no tenemos industria o es incipiente y no hay grandes marcas en la entidad que puedan absorber los costos de un equipo de estas características.
Mineros básquetbol, también está en crisis
Del basquetbol, la historia es otra. La franquicia está manchada por la corrupción, el dueño original compro la misma con recursos de los trabajadores del Issstezac y al final se quedó con ella, luego de años que querer venderle el proyecto al gobierno y fracasar, decidió vendérsela a éste.
Las vicisitudes que tuvo que sortear la administración del Incufidez para poder mantener al equipo por dos temporadas no han parado, pues no sólo es el hecho de pagar la nómina en dólares de los principales jugadores, sino la desilusión de la afición, que no da cabida a que por segundo año consecutivo el líder general del torneo haya sido eliminado en la primera fase de la liguilla.
La desilusión de la afición es tal que seguramente si deciden continuar una temporada más la ausencia al gimnasio Marcelino González será muy marcada, pues ya vieron que hay intereses de por medio y no de la directiva del equipo, sino de sus jugadores que no dan ese plus que se requiere a la hora definitiva para aspirar al campeonato.
Y por si fuera poco, están los escándalos extradeportivos que se dieron a lo largo de dos años con algunos jugadores que vivieron en el hotel Parador, con fiestas interminables por las noches que ocasionaron problemas a los pocos huéspedes que se llegaban a hospedar y, sobre todo, a los camareros que todos los días tenían que acudir a levantar los cientos de botes y botellas, así como desperfectos que se hacían en las habitaciones.
Aquí no se ha dicho la última palabra, a la temporada acaba de terminar, viene un receso y esos meses los aprovechará la mesa directiva para replantear el proyecto, en especial, en materia económica y en la búsqueda de patrocinios que hagan viable la continuidad del equipo. En especial porque las arcas del Gobierno cada vez están más vacías y es más complicado por el cúmulo de necesidades que hay en la entidad, seguir aportando al baloncesto profesional.