Priísmo en todos los partidos
Los mexicanos sólo tendremos una opción para votar este próximo 1 de julio de 2018. Eso me comentaban algunos de los amigos que asiduamente nos leen en este su semanario Crestón y me convencieron.
Los que crean que el PRI está muerto están equivocados, está más vivo que nunca y va a continuar perpetuándose como el instrumento perfecto para llegar y mantenerse en el poder. Lo que va a cambiar son sus siglas, en estos 90 años de historia del PRI ha logrado penetrar y ser parte de todos los institutos políticos, lo mismo en la derecha, que en la izquierda y en todos los colores de la vida política de México.
En Morena, donde su Mesías, Andrés Manuel López Obrador, emergió a la política no sólo bajo el legado priísta, sino también se llevó la forma autocrática de elegir a sus candidatos, en encuestas que sólo él conoce su metodología y donde no acepta reclamos. Y a decir de varios maestros del intelecto nacional, si bien tiene cosas buenas también es cierto que hay muchos claroscuros y que si una cosa tiene es que no tiene nada de transparente, ni en la forma de elegir a sus representantes, ni en la forma de dirigir al partido.
Del partido de Don Luis H. Alvarez y de Castillo Peraza que rechazaban las prerrogativas electorales porque eran “la señal inequívoca de la corrupción del PRI”, pasamos al partido de los moches, de la transa y el agandalle, abanderado por Ricardo Anaya. Los escándalos por enriquecimiento ilícito lo han estancado en las preferencias y la estrategia de la cual no todos quieren ser parte es irse a la yugular en contra del presidente Enrique Peña, a lo cual muchos de los gobernadores no quieren acompañarlo, pues saben que ello indudablemente tendría repercusiones a sus estados en caso de que no fructifique.
Y qué decir del PRI, que sigue con sus viejas prácticas y a pesar de tener un candidato ciudadano no ha sabido desprenderse de la pesada loza que trae sobre la corrupción de años y años de poder. José Antonio Meade sigue sumido en el tercer lugar en las encuestas cada vez más cerca de Anaya eso sí, pero muy muy lejos del Peje.
En el caso de los independientes que por más que quieran será muy difícil sin estructura en los estados y municipios que puedan dar la batalla real en la contienda.
La batalla apenas comienza, en el primer capítulo que fueron las precampañas, ni el sistema ni la derecha pudo hacerle nada al loperobradorismo, veremos si en las campañas que comenzarán el último fin de semana de este mes el 30 de marzo al 27 de junio.
Soltar el tigre a quien atemoriza
Ya lo habíamos advertido de tiempo atrás, el peor enemigo de Andrés Manuel López Obrador es el mismo López Obrador. Y este fin de semana otra vez volvió a captar la atención de la mayoría de los mexicanos cuando al reunirse con los banqueros del país, les dijo que en caso de no ganar se atengan a las consecuencias, pues él “no va a detener al tigre”. Los presidenciales hicieron acto de presencia en Acapulco con los banqueros y todos dijeron prácticamente lo mismo a los dueños de los dineros de México que el año pasado obtuvieron utilidades netas por caso 137 mil millones de pesos, las más altas de la historia. En palabras más y palabras menos, los candidatos dijeron que van a tomar el compromiso de acompañar al país en su crecimiento, obteniendo la reciprocidad de los banqueros para que la banca no sea un obstáculo, sino un catalizador para que el gobierno pueda alcanzar sus metas y las empresas y familias de México puedan beneficiarse de su labor.
Entonces esa amenaza de que si no gana la elección presidencial que se atengan a las consecuencias, lo vuelve a ver como un autoritario capaz de una vez en el poder hacer todo lo que esté a su alcance para perpetuarse en el poder a costa de todo y de todos. Así es como lo han pintado desde el gobierno y así es como con sus palabras da a entender que puede ser si no se cumple lo que al día de hoy es la voluntad de las mayorías. Cuidado, ya le pasó dos veces y está puede ser la tercera en que la cruzazulea.